
¿Es posible hablar de una experiencia estética del Facebook? La plataforma del Facebook ya poseía los grandes precedente de Myspace y de hi5 (en América Latina), los cuales funcionaban como portales para tener un perfil personal, compartir fotos, música (especialmente Myspace) y mantenerse en contacto con amistades.
Cada perfil personal era y es una oportunidad para mostrar lo mejor de uno, de crearse. Es muy poco probable que alguien coloque fotos que no le favorezcan o coloque información negativa de cada uno. Estos sitios de internet entonces ofrecen la posibilidad de exponerse ante los demás de la forma que mejor nos convenga. Es un universo que intenta construir lo positivo de todo.
Pero la aparición de Facebook trajo consigo algunos aspectos adicionales: Incluyó la posibilidad de valorar las publicaciones de los contactos de cada usuario y ofreció una news feed de nuestros contactos, para saber lo que publican y opinan en tiempo real. Son herramientas que aumentan la capacidad de subjetivización de los participantes. Ya no es necesario entrar al perfil de nuestros contacto, sino que esta página inicial nos los indica.
La experiencia del Facebook comienza desde que nos conectamos. Antes que literaria, política y económica sentimos que se trata de una experiencia personal y nueva fuente de información. Cuando me conecto al Facebook antes de querer saber sobre debates, la plataforma me muestra si mis contactos o amigos están felices, si han terminado o comenzado sus relaciones amorosas si les gusta la película The Matrix o si les gusta Silvio Rodríguez.
Al igual que yo, ellos desean mostrarse en esta plataforma. Facebook inicialmente no era así, emuló el formato instantáneo de Twitter. En lugar de hablar tanto por teléfono, puedo enterarme de lo que pasa en mi círculo social con sólo conectarme, ni siquiera tengo que buscarlo, las noticias llegan a mí.
Esto de estar a la expectativa por contar y ver lo que cuentan los demás puede terminarse siendo una experiencia narcisista en donde la construcción positiva del perfil puede ser la mejora de la imagen que tenemos de los demás en la vida real. La sobreexposición también puede tener consecuencias negativas, si pensamos que ahora muchas empresas investigan a sus potenciales trabajadores a través de esta red social.
Verónica Palowski nos ofrece un video que caricaturiza los riesgos de un estar obsesionado con Facebook.
La plataforma y sus funciones nos pueden atolondrar. A veces usamos el Facebook porque sí y colgamos información porque sí.
“El hecho literario ha dejado de existir como fasinación; esa fascinación la producen ahora esos objetos no estrictamente literarios: computadoras, DVD, teléfonos móviles, pantallas, en las que la literatura, el texto, se ve relegado a mero vehículo o pretexto que nos conduce a esas nuevas “maravillas”; es más maraviloso el Iphone que el contenido que alberga ese iPhone” (Fernández Mallo, 75)
Es cierto, el mundo virtual tiene influencia en el mundo virtual, pero no nos olvidemos que es el mundo real el que importa y por tanto todos nuestros gustos están en una plataforma artificial. Facebook nos permite enviar ‘regalos’ virtuales, como por ejemplo una ‘rosa’ a la chica que nos gusta, o darle un ‘toque’ (poke), pero de nuevo, son cosas virtuales.
Es cada vez más difícil diferenciar la línea entre lo real y lo virtual y de saber si nos atra más la forma que el fondo. Facebook ha superado en visitas a Google en Estados Unidos y hace poco ha lanzado una aplicación que permite ‘unir’ las cuentas de Youtube, Twitter y Google’ en su plataforma junto a otros sitios web.
Así, mientras escucho una canción en Pandora (web de radio por internet), puedo indicar que me gusta pero además, en el menú inferior me señala que mi amiga de Facebook Claudia también gusta del mismo grupo musical que estoy escuchando.
La experiencia de las redes sociales, ¿nos está cada vez rodeando más?
Para Spivak así es como funciona nuestra sistema actual capitalista, “Globalization is the imposition of the same system of exchange everywhere…The globe is in our computer. No one lives there. It allow us to think that we can aim to control it” (72). Desarrollaremos esta problemática de la barrera real-virtual, más adelante.
En esta imagen podemos ver cómo se me ofrece valorar una noticia que postea el Centro Cultural de España: Ya existen otras 6 personas que gustan de la misma noticia que yo.
A partir de este momento, estamos creando información colectiva pero también en una lógica de una estética mayoritariamente positiva. Alejandro Piscitelli desarrolla un taller llamado el ‘Proyecto Facebook’ el cual publica sus avances en internet, en los cuales se enfoca en esta pretensión ‘positiva’ de la plataforma social: Presentamos nuestra mejores fotos, nos ‘gustan’ los comentarios de los demás, pero no nos pueden disgustar (no existe el botón para ello).
Por más que el Facebook nos ofrezca la libertad de expresarnos e interactuar, también nos impone sus condiciones que debemos aceptar. La privacidad en las redes sociales es un tópico por el cual muchas personas cuestionan y que hasta ha sido parte del debate en la escena política[i]. Aunque, del mismo modo que puede ser muy importante en este instante, mañana puede que no lo sea y que aparezca algo nuevo que los reemplace como generado de ‘viral loops’.
[i]El Senado de EE.UU. ha solicitado mayor privacidad para el manejo de las redes sociales http://www.lexology.com/library/detail.aspx?g=92b96ffd-3547-46bc-abc5-8d61dc39175a
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